Para la masa:

1. En un bowl coloca la harina, una cucharada de aceite, una taza de agua tibia, levadura y sal. Junta todos los ingredientes hasta formar una masa suave. Luego tapa el bowl con un paño de cocina y déjalo reposar durante 30 minutos a temperatura ambiente para que la masa suba. Cuando esté lista amasa sobre una superficie lisa. Pon la pizza al horno durante 8 a 10 minutos, sácala y déjala enfriar.

 

Para el relleno:

1. Corta los tomates en trozos pequeños y quítales las pepas.
2. Pela y pica los dientes de ajo bien fino. Luego, en una sartén vierte aceite de oliva y fríelos hasta que tomen color.
3. Enciende el horno para que alcance una temperatura de 260 ºC y esté listo cuando quieras ocuparlo.
4. Pon dos cucharadas de aceite de oliva en la masa. Agrega las rodajas de piña y encima queso mozzarella, junto a los tomates, la pimienta y la albahaca. Después vierte unas gotas de aceite sobre los ingredientes.
5. Deja la pizza en el horno por unos 10 minutos hasta que veas que la base está dorada. Sácala del horno, agrégale queso parmesano rallado y vuelve a meterla por 5 minutos más.